miércoles, 28 de diciembre de 2011

GRANDES PREGUNTAS DE FÁCILES RESPUESTAS PARA UN NUEVO AÑO





Este texto que sigue es absolutamente adecuado para estas fechas, a punto de entrar en un nuevo año, de comenzar un nuevo ciclo, quién sabe si una nueva vida. Son palabras sabias de un hombre sabio, respuestas sencillas a las grandes preguntas del ser humano. Tras leerlo, sólo queda hacerse una pregunta más: ¿por qué nos resulta tan difícil escucharnos y hacernos caso?

No hay Verdad absoluta. No hay tal cosa como Dios, no hay tal cosa como la Verdad, si no eres capaz de identificarte a ti mism@. El concepto de Dios ha sido siempre el refugio donde encontrar respuestas a las grandes preguntas de la Humanidad. 
¿Y cómo podemos encontrar a Dios? Es muy fácil. No hay que trabajar demasiado para lograrlo. Ni siquiera hace falta que practiques Yoga, o que te vuelvas sikh, o te vayas a vivir a un monasterio tibetano; no hace falta que te vuelvas nada en absoluto. La clave de todo está en la conciencia. Si hacemos Yoga es por una sola razón: para que podamos volvernos conocedores de que tenemos una conciencia. 

Y para hallar nuestra conciencia hemos de remitirnos a otro concepto bastante “resbaladizo”: la fe... Muchos de nosotros nos encendemos si escuchamos la palabra “fe”. ¿Cuál fe? ¿Esta, la otra, la de más allá? La fe no es otra cosa sino conciencia aplicada. Es lo que sucede cuando la inteligencia y la conciencia se juntan: se convierten en conciencia aplicada, en percepción + acción, el principio femenino y el masculino operando juntos y unidos. 
Podemos ser muy inteligentes, pero eso no nos hace conscientes. La conciencia reside en la capacidad de desarrollar la intuición, y equilibrar la inteligencia con la conciencia. La fe en nosotros mism@s, en nuestra potencialidad, en nuestra creatividad, es el producto de la unión de la intuición y la conciencia. Esa es la clave. Y no es tan difícil como parece.

Casi todo el mundo tiene un apodo, un sobrenombre. Incluso ese concepto al que llamamos Dios tiene un apodo, y es Sat Nam. Identidad verdadera. ¿Y qué es identidad verdadera? ¿Qué es este Sat Nam? Es la identidad de nuestra propia canción. Si crees en tu canción, en los versos que escribe tu esencia, no te puedes equivocar. 

Hay muchas escrituras y libros sagrados. Hay cientos de religiones y credos. Y en realidad, todas hablan acerca de Sat Nam, de ese concepto; o al menos lo buscan. Pero no lo encuentran. ¿Por qué? Porque lo buscan afuera, en el exterior de sí mism@s. Esperan que algún gran dios o diosa responda sus preguntas, guíe su camino, les diga lo que tienen que hacer. Y Sat Nam es simplemente la primera línea de tu propia canción. De tu verdadera identidad.

Una pregunta muy simple: sin intuición, ¿qué sabemos? Sólo datos. Sin intuición, no tenemos armas, no tenemos armadura, no tenemos ninguna protección. Nuestra protección es la intuición. ¿Y por qué hacemos Yoga? Porque nos da intuición.

La práctica del Yoga no es colectiva, aunque lo parezca; sólo lo es en algunos momentos, como cuando cantamos al comenzar la práctica o entonamos algún mantra. No importa que en la sala haya una o cincuenta personas. La práctica es para ti, es para tus propósitos personales. Los propósitos de tu esencia, de tu alma. Los propósitos de tu Sat Nam. De tu verdadera identidad.


(Versión un tanto libre de una conferencia de Yogi Bajan)

No hay comentarios:

Publicar un comentario