domingo, 19 de febrero de 2012

LOS MUDRAS: EL CONTROL DE LOS CINCO ELEMENTOS




Los mudras son posiciones de las manos que generan un fluir energético que nos ayuda a conectarnos con nosotros mismos y con nuestra conciencia. En cada mudra se ejerce suficiente presión como para sentir el flujo de energía a través de los "nadis" (canales psíquicos del cuerpo) en los brazos pero no la suficiente como para dejar los dedos dormidos o sin tacto.
Al principio, cuando se habla de los mudras, las personas reaccionan con escepticismo, porque piensan: “¿cómo es posible que por el simple hecho de oprimir ligeramente mis dedos pueda mejorar mi estado de salud o elevar mi energía?”. Pero en cuanto empiezan a practicar los ejercicios, se dan cuenta de los efectos que producen, y su escepticismo puede transformarse en asombro.

La Ayurveda, la medicina hindú tradicional, se basa en que la mayoría de las enferme­dades se producen por un desequilibrio de los cinco elemen­tos que componen tanto el mi­crocosmos del cuerpo humano como el macrocosmos del Universo, a los cuales se les deno­mina simbólicamente corno tierra, agua, fuego, aire y éter. La enfermedad se puede deber a factores físicos, como una alimentación o unas condiciones de vida inadecua­das, pero también a tensiones emocionales o psíquicas.



Los ejercicios de yoga, reali­zados correctamente, son efectivos para restablecer el equilibrio y estimular el proceso curativo. Otro tanto ocurre con las mu­dras, las posturas de las manos. Con la ciencia de las posturas de las ma­nos, basada en mantener los dedos durante algún tiempo en una postura determinada, ejerciendo una ligera presión, se genera una energía que per­mite restablecer el equilibrio de la salud de tal manera que se pueden curar enfermedades con la misma eficacia que con los ejercicios del yoga. Ambos, yoga y mudras, se potencian mutuamente.

¿Hay algo más fácil de hacer que el Gyan Mudra, el gesto del saber? Simplemente hay que unir las ye­mas de los dedos pulgar e índice, mientras los demás perma­necen relajados y sólo ligeramente curvados. Se trata de un senci­llo mudra que, mantenido du­rante cierto tiempo, es el re­medio universal contra la ten­sión y el desorden mental; mejora la memoria y la capa­cidad de concentración. Puesto que los problemas mentales son la causa de mu­chas enfermedades, es acon­sejable la práctica de Gyan Mudra, sola o en combinación con otros mudras, cuyos efec­tos acrecienta. La mejor for­ma de practicarlo es sentado en el suelo con las piernas cru­zadas, en postura fácil y actitud meditativa. Pero sus efectos se notan igualmente estando sentado, tumbado, o paseando.

Además de regular y controlar los elementos ya descritos, los mudras y los dedos tienen determinadas funciones y están relacionados con diferentes partes del cuerpo físico. Así, el pulgar se relaciona con el oído, el sistema nervioso y las gónadas; el índice, con el tacto y todo el sistema esquelético; el dedo medio, con la vista y el metabolismo en general; el anular, con el gusto, y ciertas partes del sistema endocrino y el sistema muscular, mientras que el meñique está relacionado con el olfato y los líquidos de la sangre.

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