jueves, 29 de marzo de 2012

LAS BHANDAS O CERRADURAS: MANEJANDO EL FLUJO DE LA ENERGÍA INTERIOR




“Retén, aplica mulabhanda”. ¿Cuántas veces han escuchado esta frase o una muy similar los practicantes de kundalini yoga? ¿Y qué son las bhandas?, se habrá preguntado más de un asistente a las clases. Las bhandas o "cerraduras" son una combinación de contracciones musculares específicas que tienen una repercusión general en el organismo, afectando al ser humano a nivel físico, energético y mental.

Estas cerraduras aportan muchos beneficios a nivel muscular, al sistema nervioso, a la circulación sanguínea, al sistema glandular, a los nadis o canales energéticos internos, a los chakras, o a diferentes órganos. No obstante, su función principal es crear la fuerza interna suficiente para que el Sushumna, el nadi o canal central de energía de la columna vertebral, permanezca abierto, de forma que a través de estas cerraduras se pueda estimular y regular la energía que fluye libremente por ese canal.
El Sushumna está situado en la columna vertebral, y los bhandas mantienen abierto este canal, pues cada contracción ayuda a alinear correctamente la columna para que fluya libremente la energía kundalini, permitiendo que la vitalidad de los chakras inferiores y la sabiduría de los chakras superiores fluyan hacia el corazón.

Las o los bhandas se enseñan en kundalini yoga desde las primeras lecciones, sobre todo mulabhanda, ya que son unas poderosas y eficaces herramientas, aunque en otras tradiciones yóguicas no se actúa de la misma forma, tardando años en permitir este conocimiento a los practicantes de yoga.
Las cerraduras son fundamentales en kundalini yoga, pues con ellas se promueve el movimiento de la energía kundalini a través de toda la columna; por ello es tan importante mantener libre de bloqueos y bien alineada la columna vertebral. Durante toda la asana debemos mantener la conciencia en el uso de las bhandas, aplicándolas sutilmente durante todo el ejercicio y con la columna alineada, y manteniéndonos relajados aplicando las contracciones musculares apropiadas a la postura. Al final de la asana se aplica la cerradura más intensamente para que la energía fluya, se eleve o se proyecte hacia donde queramos que se dirija.

Existen tres cerraduras principales:
Mulabhanda, que es la cerradura de raíz.
Jalandharabhanda, que es la cerradura del cuello.
Uddiyanabhanda, que es la cerradura del diafragma.

Y una cuarta: Mahabhanda, que consiste en aplicar a la vez las tres anteriores.

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