lunes, 18 de junio de 2012

MEDITACIÓN PARA QUE AFLOREN LOS SENTIMIENTOS



La meditación es una disciplina mental que nos ayuda en el cuidado de la mente y del espíritu. Cuando meditamos, empiezan a aflorar algunos contenidos que nos perturban, de la misma manera que cuando la corriente de un río empieza a amainar, aparecen poco a poco las rocas sumergidas que anteriormente eran invisibles. Con la mente plenamente activa resulta imposible que estos contenidos afloren, de ahí la importancia de la meditación. Con la meditación logramos concentrar la mente y vivir más plenamente el presente. Ese control mental nos permite parar el proceso de pensamiento, poniéndolo en su lugar y sacando de nuestras vidas ese pensar indiscriminado y permanente que se cuela sin permiso, impidiéndonos estar tranquilos y disfrutar de la vida. La meditación permite que el subconsciente se desbloquee, y que el silencio y la calma te permitan ser consciente de tus bloqueos, de tus sentimientos, de los procesos que están en tu base, en la raíz misma de tu personalidad. 

Esta es una meditación excelente para dejar que afloren los sentimientos, tanto los guardados muy profundamente como aquellos que tenemos más a flor de piel. También es una de esas meditaciones cuyo efecto se bifurca, pues no es el mismo en hombres que en mujeres, algo lógico teniendo en cuenta que se basa en enfocar la atención en nuestro segundo chakra: Swadisthana, el centro donde se ubican nuestras emociones primarias, nuestra energía sexual y creativa, nuestro primer encuentro con otras personas, el chakra donde se generan nuestros impulsos y deseos.

Cómo hacerla:
Postura: Túmbate en postura de relajación y relaja todo el cuerpo desde los pies a la cabeza, con las piernas ligeramente abiertas.

Mudra: Coloca las manos bien abiertas sobre el bajo vientre, con los pulgares tocándose justo sobre el ombligo y los índices en contacto un poco más arriba del hueso púbico.

Respiración: abdominal, lenta y profunda. Concéntrate en la zona sobre la que descansan las manos, en el movimiento ascendente y descendente de las manos al inhalar y exhalar, y siente el dulce poder que radica en el Swadhisthana (cuya traducción del sánscrito es "dulzura").

Beneficios para las mujeres: Los dedos índices transmiten su energía al útero, mientras que los otros dedos (salvo el pulgar) trabajan sobre las trompas y los ovarios. Es una meditación muy beneficiosa en los días previos y durante la menstruación. En lo psicológico, reafirma a la mujer el hermoso don que la naturaleza le ha regalado: la capacidad de engendrar vida en su vientre. También reafirma el deseo sexual como algo dulce y natural.

Beneficios para los hombres: La polaridad yin (y por tanto, femenina) del segundo chakra provoca en los hombres que los sentimientos no puedan ser exteriorizados con tanta facilidad como lo hacen las mujeres. Además, al no menstruar, la mayoría de los hombres tienen poca conciencia de esa zona física. Esta meditación ayuda a que los sentimientos se manifiesten, a estar más sensibles y abiertos en las relaciones. En lo sexual, ayuda a extender las sensaciones placenteras puramente genitales al resto del cuerpo.

Las primeras veces que practiques esta meditación, pueden aparecer algunos sentimientos y emociones reprimidas. Puede incluso que  aparezcan los llantos o las risas. Si es así, fantástico. Simplemente, empápate de ellos y déjalos salir, sin preguntarte sobre su origen, sin jusgarlos, sin analizarlos. No es el momento, que ya llegará cuando estemos plenamente conscientes. En esos momentos, tan sólo es información, aunque muy valiosa.
Esta meditación también es muy recomendable a la hora de dormir. Sólo deja que llegue el sueño.


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