domingo, 27 de septiembre de 2015

GONGS PLANETARIOS: LA VIBRACIÓN SANADORA DEL SISTEMA SOLAR




El gong es un instrumento de percusión, un disco metálico de bordes curvados, al que se le hace sonar percutiendo sobre su superficie con un mallet o mazo.
Hay diferentes tipos de gong, y para hablar de ellos tendríamos que remontarnos a 3.000 o 4.000 años AC, y referirnos a civilizaciones antiguas, culturas ancestrales que atribuyen al sonido del gong poderes especiales, incluso mágicos, y que utilizan este instrumento para conectar con la naturaleza del Universo y del ser esencial que reside en nosotros mismos, para expandir la conciencia y para la sanación holística del ser humano.

Pero aquí y ahora hablaremos de los gongs planetarios, cuya peculiaridad se basa en que su nota fundamental está afinada en consonancia con las propiedades orbitales de los planetas y otros astros del Sistema Solar, de acuerdo con los cálculos matemáticos de Hans Cousto desarrollando las teorías de Pitágoras, Kepler y Titus Bode, posibilitando la escucha de las frecuencias orbitales de los planetas al haber traducido sus frecuencias vibracionales para que nuestros oídos sean capaces de recibir el regalo sonoro del sistema solar. Estos gongs se componen de una aleación de cobre y estaño, el bronce, pero a los planetarios se les une también el níquel

Cuando el gong suena no surgen las notas musicales típicas de cualquier instrumento musical. El gong libera el sonido del universo: OM o AUM. Cuando el mazo incide en su superficie surgen múltiples tonos que se independizan de su nota fundamental. Detrás del OM surgen esos tonos que a su vez son la suma o combinación de tonos, produciendo maravillosos racimos tonales que se sostienen y prologan, reproduciendo otros nuevos gracias al soporte del gong.
De esta forma se involucra todo nuestro ser en la recepción del sonido del gong, ya que sus ondas de larga duración de tonos sostenidos no son sólo recibidos por nuestros oídos, sino por todas nuestras células, que resuenan en consonancia con el gong, expandiéndose, vibrando en su resonancia hasta el punto de desaparecer dentro de su campo de sonido. El sonido del universo, OM, reverbera en el cuerpo humano, lo sana en su integridad y a todos los niveles.

Pero esa experiencia no puede ser contada desde las palabras, hay que vivirla para entender de qué hablamos. Algo tan simple como abandonarse a recibir un baño con el sonido del gong.

Publicado por Bibiji Kaur

No hay comentarios:

Publicar un comentario